lunes, 11 de julio de 2011

Preparativos (cap 3)



-¿Diga?


-Hola, ¿Mikey?- pregunto un chico, su voz era suave, me atraía con solo escucharla, se parecía de alguna forma a la de Mikey.


-No puede ponerse, está en la ducha.


-Ammm…… ¿Y tu quien eres?


-Su compañero de piso ¿Y tú?


-Pero… ¿Tu nombre?-me pregunto ignorando mi pregunta.


-Frank, ¿Me vas a decir quién eres?-Le insistí molesto.


-La verdad no, dile a Mikey que le han llamado y no te ha dicho quien era, el ya sabrá quien le ha llamado-escuche como se reí al otro lado del teléfono.


-¿Y si no se lo digo?-Pregunte, pero el chico misterioso ya había colgado.


¿Quién narices era ese chico? ¿Por qué no quería decirme quien era? ¿Y por qué el oír su voz me gustaba tanto?


Oí, como Mikey salía del baño, cogí el móvil y me dirigí hacia él.


Mikey, estaba en toalla como aquel día que nos abrió a Ray y a mí. Recode cuando Ray le quito la toalla, lo que hizo que me sonrojase.


-Te ha llamado un chico, no me quiso decir quién era.


-Con eso ya se quien es, por cierto ¿Te has sonrojado al verme?


-Si…. Bueno, es que me acorde del momento en el que Ray te quito la toalla-le dije sonrojándome aun mas.


-Te encanto aquella escenita ¿no?


-He de reconocer que si, y mucho. Bueno toma el móvil, llama a ese chico parecía impaciente por hablar contigo.


Cogió el móvil y empezó a marcar, mientras me dirigía a mi habitación.


Cuando ya estaba en la cama, oí como hablaba por el móvil, casi gritando y sin que se le entendiera nada.


Estaba ya cogiendo el sueño, cuando Mikey entro en mi habitación de golpe y sin decir nada, me molesto mucho que lo hiciera.


-¿Podemos dar una fiesta aquí?-Pregunto entusiasmado.


-Emmm…. Bueno….. ¿Y a que se debe la fiesta?


-Ya no vivo con mis padres.


-Vale ¿Cuánta gente seria?- le dije cortante.


-Matt… tu… yo… emmm... unos 10 o algo asi.


- Vale, vale como quieras-


Mikey, se dirigió hacia mí y me dio un fuerte abrazo, que no legue a comprender a que venía, pero se lo correspondí. Después de llevar bastante tiempo abrazados, le solté y le pregunte:


-¿Cuándo sería la fiesta?


-Pasado mañana, si te parece bien.


-Si, pero hay que comprar las cosas.


-¿Vamos esta tarde a comprarlo?


-¡Vale!- exclame entusiasmado por salir de mi casa a dar una vuelta con Mikey.


Al final decidimos ir a comer al centro comercial así aprovecharíamos mejor el día.


-Frank, arréglate un poco y nos vamos.


-Ya estoy listo- le dije extrañado.


Salimos de casa y nos dirigimos a la parada del autobús. Tuvimos que esperar un tiempo, hasta que llego el autobús. Nos sentamos juntos, pero no nos dirigimos la palabra en todo el viaje, me gustaba escuchar música mientras viajaba, observando el paisaje.


Note una mano en mi hombro, me gire y me quite los cascos.


-Frank, ya hemos llegado- me dijo Mikey sonriendo.


Bajamos del autobús. Hasta llegar al centro comercial tuvimos que andar un poco, no era muy grande pero si muy bonito.


Entramos mirando algún que otro escaparate de alguna tienda de ropa.


Nos dirigimos al supermercado, empezamos a mirar los escaparates observando que íbamos a comprar.


Cogimos dos docenas de cervezas y unos cuantos refrescos. Justo antes de pagar en caja Mikey se acordó que no habíamos cogido nada para comer, así que fui corriendo al pasillo de chuches y snacks, cogí muchas bolsas de patatas, creo que demasiadas y también demasiadas gominolas.


Cuando pase por el pasillo donde se encontraba la harina y el azúcar, pensé en coger los ingredientes para hacer un bizcocho de chocolate.


Volví corriendo a la caja en la que se encontraba Mikey. Pagamos y fuimos a la parada del autobús.


Le cogimos ya tarde, así que cuando llegamos a casa ya eran las 10 de la noche. Habíamos estado toda la tarde de compras. Cenamos rápido pues estábamos cansados y nos fuimos a dormir.


A la mañana siguiente, me desperté y no había nadie en casa. Mikey se debía haber ido a ensayar con su grupo. Estuve toda la mañana limpiando la casa y haciendo la comida, definitivamente me había convertido el una ama de casa.


Estaba poniendo la mesa, cuando oí la puerta.


Mikey se sento en silencio y espero a que me sentara para empezar a comer.


-¿Por qué estas tan callado?-me decidí a preguntarle.


-Comente a mi grupo si podrías unirte como guitarrista.


-¿Y qué te dijeron?- dije entusiasmado.


-Que mañana toque una canción y decidirán si cogerte.


-Gracias Mikey.


-De nada Frank- me dijo con una amplia sonrisa.


Al terminar de comer, le propuse si quería hacer el bizcocho conmigo, acepto encantado, pellizcándome el culo mientras sonreía pícaramente.

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